
ARPEO EQUINO
Por Dr. Claudio Reynoso
1. Introducción
El arpeo equino (Stringhalt) se caracteriza por una flexión ascendente exagerada de uno o ambos miembros posteriores al caminar. Se observa durante el paso, suele disminuir al trote o galope, y puede ser unilateral o bilateral. La etiología es heterogénea: puede responder a causas traumáticas, neurológicas o idiopáticas, y su fisiopatología aún no está completamente dilucidada.
2. Etiología y factores predisponentes
Traumatismos: en metatarso, tarso o babilla.
Dolor en el casco.
Alteraciones neurológicas: lesiones en la médula espinal.
Adherencias tendinosas (Crabill et al., 1994).
Origen idiopático: numerosos casos no presentan una causa clara (Adams, 1999).
Factores tóxicos: se ha planteado la posibilidad de intoxicaciones por plantas tóxicas, con presentaciones espontáneas o progresivas.
El síndrome no parece estar asociado a una raza específica ni suele considerarse doloroso en la mayoría de los casos.
Tabla – Forrajes / Plantas tóxicas asociadas a arpeo y alteraciones neurológicas en equinos
🔎 Nota científica
Los casos mejor documentados de arpeo asociado a forraje en caballos corresponden a Ryegrass perenne contaminado con endófitos (Lolitrém B).
Otros forrajes como gramillón y fescue pueden provocar síndromes neurológicos con signos similares.
El arpeo secundario a plantas tóxicas suele acompañarse de ataxia y temblores, lo que ayuda a diferenciarlo de un arpeo puramente ortopédico o mecánico.




3. Fisiopatología: ¿qué sucede a nivel neuromuscular?
a) Origen neurológico: neuropatías distales
Estudios en potros muestran que el arpeo puede estar relacionado con una neuropatía periférica de tipo “dying-back”, en la que las lesiones nerviosas afectan primero las porciones más distales de los axones. Se observan signos histológicos como desmielinización, remielinización, degeneración axonal con presencia de cuerpos de Renaut, así como atrofia neurogénica en músculos esqueléticos. Estas características permiten clasificar el cuadro como una axonopatía distal, lo que explica la presentación clínica predominantemente distal.
b) AEP (Acquired Equine Polyneuropathy)
En Escandinavia se ha descrito un síndrome emergente conocido como AEP o "Scandinavian knuckling syndrome" que comparte signos clínicos con el arpeo: "knuckling" de miembros pélvicos, debilidad y marcha anormal. Aunque la etiología está aún sin resolver, se sospecha de agentes tóxicos relacionados con el consumo de forraje. El cuadro puede ser grave, con alta mortalidad, y aquellos que sobreviven suelen recuperar la función tras un reposo prolongado (Promedio 6.6 meses)
4. Avances recientes en la fisiopatología del arpeo
1. Alteración de las vías motoras (TMS, 2025)
Se comprobó mediante estimulación magnética transcraneal (TMS) que los caballos con AEP (una forma de arpeo adquirido) presentan latencia aumentada en las vías motoras descendentes.
Esto confirma que el arpeo no es solo periférico, sino que puede haber participación central (vías supramedulares).
👉 Concepto a incluir: “La evidencia más reciente sugiere que el arpeo puede ser expresión de una disfunción en las vías motoras centrales y periféricas, no únicamente una neuropatía distal.”
2. Neurotoxicidad por fosfolipasa A₂ (McGorum, 2024)
Se investiga el rol de toxinas de bacterias o plantas que actúan como fosfolipasas A₂ neurotóxicas, capaces de producir degeneración axonal.
Se plantea que cuadros como el arpeo o el AEP podrían ser parte de un espectro de neuropatías tóxico-neurodegenerativas.
👉 Concepto a incluir: “Nuevas hipótesis etiológicas vinculan al arpeo con la acción de toxinas ambientales neurotóxicas, como fosfolipasa A₂, que inducen degeneración axonal.”
3. Neuroaxonal dystrophy (Powers, 2024)
Se han descrito neuropatías degenerativas hereditarias (p. ej., en Gypsy Vanners), caracterizadas por degeneración neuroaxonal progresiva.
Aunque no es arpeo en sí, aporta el concepto de que existen bases genéticas y degenerativas en ciertas ataxias y trastornos del movimiento equino.
👉 Concepto a incluir: “El arpeo puede compartir mecanismos fisiopatológicos con otras neuropatías degenerativas, sugiriendo posibles factores genéticos o predisposiciones individuales.”
4. Tecnología aplicada: IA + sensores IMU (Savoini, 2025)
Se validó el uso de redes neuronales convolucionales (CNNs) y sensores inerciales (IMUs) para detectar irregularidades sutiles de la marcha.
Esto abre la puerta a la cuantificación objetiva del arpeo y su seguimiento en el tiempo.
👉 Concepto a incluir: “Las nuevas tecnologías (IMUs + IA) permitirán objetivar la detección y evolución del arpeo, ofreciendo herramientas de monitoreo complementarias al examen clínico.”
5. Recuperación funcional prolongada (AEP, estudios escandinavos 2012–2025)
Los caballos afectados por AEP muestran recuperaciones en un rango de 5–7 meses con manejo conservador.
Esto reafirma que no siempre es necesaria la cirugía y que el tratamiento de sostén + reposo prolongado es válido.
👉 Concepto a incluir: “La evolución clínica del arpeo puede ser lenta; estudios recientes reportan recuperaciones completas tras 6 meses de manejo conservador, reforzando la importancia de la paciencia y el control ambiental.”




4. Biomecánica y factores predisponentes
El arpeo puede aumentar el estrés sobre la musculatura extensora y las estructuras tendinosas del miembro posterior durante el paso, especialmente en frío o excitación —condiciones que exacerban el espasmo característico.
A nivel anatómico, el miembro equino posee mecanismos como el Aparato Suspensorio que optimizan el soporte estático y dinámico, pero que también pueden potenciar los efectos de desincronización muscular o alteraciones en propriocepción.
5. Implicancias diagnósticas y terapéuticas
Diagnóstico
Observación clínica detallada, especialmente al paso.
Evaluación ortopédica y neurológica, complementada por imágenes (Rx, ecografía).
Considerar el contexto ambiental (frío, excitación, tipo de forraje, etc.).
Tratamiento
Conservador: ejercicio progresivo, manejo climático y ambiental, posibles suplementos (ej. complejo B, antioxidantes, balance mineral).
Quirúrgico: tenotomía o miotenectomía parcial/total del extensor digital lateral, que puede ser considerada en casos persistentes o severos.
6. Caso clínico aplicado
SPC, 4 años, en entrenamiento, sin dolor palpable ni hallazgos radiográficos.
Arpeo leve que mejora con el ejercicio.
Evolución favorable luego de 3 meses con tratamiento conservador: arpeo prácticamente desaparecido, salvo en condiciones de frío o excitación, donde aún es leve.
7. Conclusión
El arpeo es un trastorno complejo con base en alteraciones neuromusculares (probablemente axonopatía distal), con posible implicancia de factores tóxicos o ambientales. El enfoque conservador —observación, ejercicio, soporte clínico— puede lograr recuperación funcional, con manejo adecuado y evitando intervenciones quirúrgicas innecesarias.
Fuentes y Bibliografía
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EquiManagement – Summer 2025.
Una revisión clínica actualizada presentada por una referente en neurología equina acerca de cómo diferenciar y comprender shivers y arpeo.
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Evidencia nueva que confirma la afectación de vías motoras en AEP mediante TMS, incluyendo datos sobre latencia y evolución clínica en 5 meses.
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Explora el posible rol de toxinas neurotóxicas en enfermedades equinas con base neurológica, estudios de relevancia para arpeo y polineuropatías afines.
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Aborda una neuropatía neuroaxonal degenerativa en caballos, aportando perspectivas útiles sobre etiologías neurológicas comparables al arpeo.
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Innovadora herramienta de inteligencia artificial para detectar irregularidades locomotrices (aunque enfocada en trot) que podría aplicarse como estrategia objetiva en monitoreo del arpeo.
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