Nutrición inteligente en el caballo de alta competencia

Por Dr. Claudio Reynoso

Introducción

Los caballos de alta competencia son verdaderos atletas. Su dieta debe ir más allá de “alimentar” y orientarse a sostener rendimiento, prevenir lesiones y preservar la salud digestiva y metabólica.

La base de toda dieta es el forraje de calidad. Cuando se abusa de granos o concentrados y se reduce la fibra, aparecen los problemas: cólicos, úlceras gástricas, laminitis y disbiosis intestinal.

👉 Regla de oro: primero el forraje, luego el concentrado.

Los granos

almidón y digestibilidad

  • Avena: ~50% almidón, altamente digestible en intestino delgado.

  • Maíz: ~70% almidón, menor digestibilidad; el exceso puede llegar al intestino grueso, causar fermentación anormal, acidosis, cólicos y laminitis.

  • Cebada y maíz: requieren procesamiento para mejorar digestibilidad.

Recomendación práctica: dar granos hasta 6–8 horas antes del ejercicio o carrera, no más cerca de la competencia y complementar luego con pequeñas cantidades de pasto. Mantener fibra abundante junto a los granos.

Maíz y riesgos digestivos

El maíz es una fuente energética potente, pero con limitaciones:

1. Baja digestibilidad en intestino delgado → parte del almidón pasa al intestino grueso.

2. Fermentación en colon → produce ácido láctico, baja el pH y altera la microbiota.

3. Consecuencias → cólicos, laminitis, colitis y disbiosis.

👉 Usarlo en pequeñas cantidades y siempre acompañado de fibra abundante.

ÁCIDO LÁCTICO INTESTINAL

1.Lactato muscular vs. lactato intestinal

  • En el músculo: el lactato es un subproducto normal del metabolismo anaeróbico cuando la demanda de energía excede la capacidad de oxidar glucosa con oxígeno.

  • En el intestino: dietas ricas en almidón o azúcares no digeridos en el intestino delgado llegan al ciego/colon → bacterias fermentadoras (especialmente Streptococcus bovis y Lactobacillus spp.) producen ácido láctico → baja el pH intestinal → riesgo de acidosis intestinal y disbiosis.

2. ¿Ese lactato intestinal pasa a sangre y llega al músculo?

  • Sí, parte del lactato intestinal se absorbe a la sangre a través de la mucosa del colon/cecum.

  • Una vez en circulación, el lactato no se deposita en el músculo como tal, sino que entra en el metabolismo general:

    • Se transporta al hígado → se convierte en glucosa por gluconeogénesis (Ciclo de Cori).

    • Puede ser usado como sustrato energético directo por el propio músculo o por el corazón, donde es oxidado a piruvato y entra en el ciclo de Krebs.

👉 O sea: el lactato intestinal sí llega a circulación sistémica, pero no “se acumula” en músculo de la misma forma que el lactato generado localmente por esfuerzo.

3. Problema real: exceso de lactato intestinal

  • El riesgo principal no es tanto el “aporte extra” de lactato al músculo, sino la acidosis intestinal:

    • pH bajo daña la mucosa, aumenta permeabilidad intestinal.

    • Se liberan endotoxinas (LPS) y otros metabolitos que sí afectan al músculo indirectamente → inflamación sistémica, fatiga, cólicos, laminitis.

  • Esto puede dar signos clínicos similares a fatiga muscular, pero el mecanismo es distinto.

4. Resumen práctico

  • Lactato muscular: se produce y se usa localmente como fuente de energía o se recicla en hígado.

  • Lactato intestinal: sí puede pasar a sangre, pero su impacto principal está en la salud intestinal y la cascada inflamatoria, no en “sobreacumular” lactato en músculo.

  • La clave en caballos de competencia es prevenir fermentación excesiva de almidón en intestino grueso → controlar cantidad de almidón, dar fibra de calidad y, si hace falta, usar buffers o levaduras que estabilicen el pH.

Ejercicio y metabolismo energético

El tipo de ejercicio condiciona la fuente de energía prioritaria:

  • Alta intensidad (turf, polo, trote, barriles): dependen del glucógeno muscular.

    • Este se agota rápido y tarda entre 48 y 72 horas en reponerse completamente, incluso con dietas altas en carbohidratos.

    • La planificación de descansos es tan importante como la dieta para evitar fatiga crónica.

  • Media o baja intensidad (endurance, trabajo recreativo): utilizan mejor la energía proveniente de fibra y grasas, reduciendo la dependencia del almidón.

Los aceites: energía y función nutracéutica

Función energética

  • Aportan 2,5 veces más energía que el almidón.

  • Se absorben en intestino delgado y se convierten en ATP por β-oxidación.

  • Ahorra glucógeno muscular, reducen el calor metabólico → clave en caballos de resistencia.

  • Fuentes: aceite de maíz, soja, canola, girasol.

Función nutracéutica

  • Omega 3 (chia, linaza, camelina): efecto antiinflamatorio, mejoran función cardiovascular, cerebral, muscular e inmune.

Aceite de arroz (γ-oryzanol): acción anabólica natural, promueve el desarrollo muscular.

Dosis sugerida: iniciar con 30 ml por comida e incrementar progresivamente hasta 200 ml/día según tolerancia. Materia fecal brillante indica absorción máxima.

Proteínas y aminoácidos esenciales

El crecimiento, la recuperación y la fuerza muscular dependen de proteínas de calidad.

En los caballos existen 10 aminoácidos, que son clasificados como esenciales:

Arginina, Histidina, Isoleucina, Lisina, Metionina, Fenilalanina, Metionina, Treonina, Triptopfano, Valina.

  • Proteínas de alta calidad: soja, harina de soja, alfalfa.

  • Proteínas de baja calidad: afrechillo de trigo.

  • Exceso de proteína → aumenta urea + calor + sudor + amoníaco

      → carga metabólica perjudicial para recuperación y rendimiento.

Aminoácidos de cadena ramificada (valina, leucina, isoleucina): mantenimiento y recuperación muscular, especialmente combinados con Carnitina y MSM.

Momento óptimo de suplementación: dentro de la primera hora post-ejercicio.

Fibra: el pilar invisible

Después el agua, la fibra es el nutriente más importante:

  • Debe representar al menos 1,5–2 % del peso corporal en MS por día.

  • Su fermentación produce ácidos grasos volátiles (AGV), fuente de energía lenta y estable.

  • Protege la microbiota intestinal, amortigua la acidez y previene úlceras y cólicos.

👉 Un caballo sin fibra suficiente está en riesgo de acidosis, disbiosis y problemas de comportamiento.

Micronutrientes y minerales

Durante la competencia, los caballos pierden electrolitos en sudor (sodio, potasio, cloro, calcio, magnesio). Además, requieren un adecuado aporte de:

  • Vitaminas antioxidantes (A y E).

  • Minerales traza: zinc, cobre, selenio.

👉 La suplementación debe ser personalizada: ni todos los caballos necesitan lo mismo, ni más siempre significa mejor.

Metabolismo mineral y equilibrio Calcio:Fosforo

  • Relación óptima: 1,5:1 a 2:1.

  • Exceso de fósforo → limita absorción de calcio → debilidad ósea, fracturas.

  • Exceso de calcio → riesgo de calcificaciones anormales y alteraciones renales.

📌 En caballos estabulados este desbalance es frecuente.
Recomendación: realizar análisis de sangre y orina periódicos para prevenir complicaciones.

Casos especiales

  • Síndrome Metabólico Equino (SME) y PPID/Cushing → dietas bajas en almidón y azúcares, control estricto del peso y ejercicio moderado.

  • Caballos con antecedentes de úlceras → alimentación “a goteo”: comidas pequeñas, frecuentes y con fibra permanente.

El manejo como factor determinante

Más allá de la calidad de los alimentos, muchos problemas surgen por fallas en el manejo diario:

· Cambios bruscos de dieta.

· Raciones mal fraccionadas.

· Horarios irregulares de alimentación.

Recomendaciones prácticas

✔ Base sólida de forraje
✔ Adaptar carbohidratos según tipo de ejercicio
✔ Suplementar proteínas de calidad y aminoácidos
✔ Vigilar balance mineral, especialmente Ca:P
✔ Monitorear con análisis clínicos periódicos
✔ Evitar exceso de maíz y concentrados
✔ Nunca permitir ayunos mayores a 4 horas
✔ Proporcionar primero el forraje, luego concentrado

Mensaje clave: la diferencia entre un caballo que compite y un campeón que se mantiene en pista está en la precisión de su dieta.

Conclusión

Cuando la nutrición falla se observan: fatiga, pérdida de masa muscular, lesiones, lenta recuperación, estrés, deshidratación y pérdida de foco.

La clave en caballos de alta competencia es la planificación nutricional precisa, manejo adecuado y monitoreo constante, asegurando que cada atleta equino reciba la energía, proteínas, micronutrientes y fibra necesarios para rendir al máximo y mantenerse saludable.

Fuentes y bibliografía consultada

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    → Obra de referencia sobre minerales, incluye Ca/P en equinos.

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    → Libro clave en medicina del caballo de alta competencia.

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    → Sobre deficiencias y balance mineral en caballos estabulados.

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